Un cuento medicinal corto

Hikurito -venadito corría para encontrarse
con La Santa María, mientras unos niños
traviesos de colores jugaban a su alrededor,
La abuela cabellos largos los abrazo a todos
con su cabellera enredada formando un corazón,
revelando al alado amigo su misión.
El colibrí esmeralda se dio cuenta de su
propósito y rapido la servicial ave junto el néctar
de la unión de todas esas medicinas
que nos sanan el corazón.
Si vez alguna ves un colibrí color esmeralda,
Saluda al guerrerito chaman que viaja
a través de las realidades y no teme
al amor. Si temes, llámalo, sus
 aleteos te limpiaran el alma como
caricias con pétalos de rosa.
Que bonito es trabajar para el creador, dice
el colibrí, -que bonita es la medicina del amor -

 Por: Christel