El verdadero problema es que nos torturamos por nuestros errores y, cuando esto ocurre, seguramente también hay alguien a nuestro alrededor que también nos juzga y acusa como un fiscal implacable, que no perdona. Como es dentro es fuera.
Cuando el error se repite es el miedo, entonces tenemos dos problemas: el miedo y la culpa por tenerlo.
Para deprimirnos podemos estar todo el tiempo juzgándonos y criticándonos sin piedad creyendo de esta manera vamos a aprender, pero la verdadera enseñanza viene del lado de la comprensión y del amor, no de la violencia, como se enseñaba en otras eras de la humanidad.
Nos criticamos cuando tenemos miedo, pero la pregunta es: ¿porque no vamos a tener defectos, si en realidad hemos venido a aprender? Cuando repetimos un errror decimos, enojados con nosotros mismos: “¿Como puede ser que me equivoque otra vez? ”.
Una actitud comprensiva y amorosa hacia la dificultad que genera el sufrimiento es el camino hacia la virtud que subsana el error causante de la desarmonia.
Hemos venido para ser felices.
La iluminación se encuentra sirviendo, ayudando a los hermanos.
El servicio humanitario es la mas alta meditacion; es ahi cuando el hombre se convierte en Dios, en amor, en accion,dando, ayudando, siendo uno con el otro, transformandose en maestro iluminado al dar sin esperar recompensa.
Alberto Kuselman
Fragmento del Libro: Terapia del canto y de los vientos
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